CAPITULO 37: AÚN ASÍ LA PUERTA ES VIEJA ( PARTE 4 )

- ¡Joder! - exclamé mientras caía contra el sucio suelo blanco del baño de los horrores.

- ¡Coño Paco! - Grito un secreta mientras me levantaba del suelo - El grandullón este es nuevo por aquí - Mientras me colocaban junto a cuatro señores mayores que sus compañeros sacaban de los baños.

Derrepente me pude dar cuenta del tremendo lío en el que me encontraba. Esto me recordaba por un lado a los vídeos de Youtube donde aparecen peleas entre dos grupos de rusos situándose ambos frente a frente.

Pero esto amigos no era un Zenit - CSKA, no, esto era un campo de nabos de más de sesenta años en mi grupo frente a cinco prostitutos. Y si esto no fuese todo había cuatro polícias secretas junto a nosotros.

En un santiamén uno de los agentes estaba requisando un cargamento de popper procedente del negro de dos metros que presuponía que era el proxeneta de los chicos. Sus chicos estaban riéndose e intentando coquetear con uno de los policías que se caracterizaba por un pronunciado mostacho y un cinturón con la bandera española.

- ¡Me cago en todo palomón! - soltó el agente mostachudo a tres de los chicos - Cómo me volváis a intentar tocar el culo os meto un puro por agresión.

- Aaaanda moreno, que seguro que detrás de ese bigote tan español se encuentra todo un pirataaaa - Dijo uno de los chicos que se encontraba semi desnudo.

- ¡Zas! -  El agente respondió a la burla del chaval con una bofetada olímpica. - Haber si así encuentras a Barba Roja, pirata - Replicó mientras nervioso tocaba su bigote.

A todo esto yo me encontraba como un espectador más en un sitio inadecuado, en una mala hora y con un contexto muy desfavorable para mi porvenir.

- ¿Y este quién cojones es? - Dijo el agente de más edad señalándome - ¿Es uno de tus nuevos gorilas Baku? - Centrando su vista en el proxeneta.

- Este tío yo no ver en puta vida tío, debe ser cliente marica nuevo tío  - Dijo "Baku" el morlaco de dos metros de pura mala leche africana.

- Es decir que era otro cliente, ¿no? - Dijo el mostachudo. - Ya decía yo que tenía más cara de perder aceite que Alonso para subir a una pole.

Sinceramente, no entendí su frase de mierda ni porsupuesto tuvo la más miníma gracia. Pero a mí se me fue la cabeza sin poder contener mis ganas de contestar:

- Sinceramente agente a mí el rollo que tengan ustedes aquí ni me va ni me viene . - Realizando circulos con mi dedo índice derecho . - Si su mujer no folla con usted porque tiene aspecto de morsa gorda con bigote desfóguese con uno de los chavales, que tiene más pinta de piratón que tres leones solitarios en la sabana - Provocando la risa de los allí presentes, incluído compañeros.

- Mira el niño listo . - Acercándose a mi - Te voy a enseñar a respetar a los españoles de tradición cristiana parguela . - Viendo que su mano izquierda se cerraba con intención de darme un cachete.

En ese momento mi cerebro provoco un breve paréntesis donde por un segundo analize la situación y me cague vivo. Me encontraba en lo que parecía ser una redada de prostitución estando dentro de un baño que olía a pescadería de barrio con problemas en las cámaras frigoríficas.

Empecé a temblar como un inspector de la SGAE cuando llega a las ferias de los pueblos entrando en un incontrolable ataque de pánico.

Cómo si fuese un elefante drogado por anfetaminas empecé a correr por el baño zafándome con el hombro del agente que custodiaba mi desgraciado ser.

- ¡Paco! - grito el policía - Cógele tú - mirando a mr.mostacho

En ese momento señor mostacho cayó encima mía rompiendo la puerta de uno de los baños precipitándonos contra el retrete. Señor mostacho tuvo la peor de las suertes. Su cabeza impactó contra la tapa del retrete resbalando hasta acabar su cabeza aterrizando en la escobilla.

Esta no era una escobilla cualquiera no, estaba llena de mierda que olía peor que las ventosidades que expulsó cuando nutro mi estómago con comida basura acortando mi esperanza de vida.

Paco, el señor del mostacho entró en colera y empezó a golpear mi barbilla contra el filo del retrete. Pero sus tísicos brazos poco podían hacer con mis más de 100 kilos. Conseguí levantarme aupando a Señor Mostacho cómo si fuese un Koala y mirando a sus compañeros grité:

- Por favor pueden quitar a este animal de encima mía - Señalando a Mr Mostacho

- Dejalo cariño, a su mamá se le escurrieron las manos cuando nació y quedo así "tuneado" - Dijo uno de los prostitutos.

Todos los allí presentes volvieron a reírse a carcajada limpia y entonces me dí cuenta que esto era algo habitual tanto en el comportamiento de Mr Mostacho como la detención de los prostitutos junto a sus proxenetas.

Finalmente los agentes se calmaron y Mr Potacho me pidió perdón por intentar agredirme sin éxito. Gracias a tal ataque de ira no iban a presentar cargos contra mí, si lees esto Mr Potacho, azotador de la prostitución varonil y olisqueador profesional de retretes, agradezco tu inquina.

Mientras uno de ellos me invitaba a un cigarro y me calmaba diciendo que no pasaba nada ya que los "chicos" tenían todos sus asuntos legales mi batalla ahora era explicar que no era un cliente.

Comenté que era conserje, que era mi jodido día libre y había ido a dar una vuelta al campo para descansar desconectando. También argumente que 20 minutos antes estaba en el parador de la montaña y que unos compañeros suyos de la Guardia Civil habían decomisado de mi persona unos gramos de marihuana.

Intentando dar finalizado el asunto comenté que pocos minutos antes de que ellos entraran en el baño acababa de llegar yo en mi coche, que además lo estrenaba por así decirlo, un Porsche 924.

- Coño - esclamó uno de los agentes, ¿eras tú el flipado que nos adelantó cuando ibamos a la gasolinera?

- Joder sí señor agente, estaba meándome vivo  - Señalando a Manuela.

Los prostitutos dijeron lo mismo que yo, que llegué para ir a mear y que no vieron ninguna intención de cliente por mi parte. Con todo ya arreglado sonó el teléfono chinorris que el menda lerenda gasta y era la madre de la pequeña diabla.

Miré la hora, había pasado ya casi una hora desde que me llamó así que estaría loca por que no estuviese allí. Sin más dilación pulse aceptar en la llamada y coloqué el manos libres:

- Joder Julio, ¿dónde coño estás vago de los cojones? - Era la madre de la diabla - Ya me comentó mi niña que encima te fuíste sin colocar los globos en el portal, ¿quién te crees que eres? - Gritaba

Todos los allí presentes me miraron comprendiendo que comía más mierda en el trabajo que Mr Mostacho en la escobilla. Un silenció se apoderó de la sala y hasta "Baku" el proxeneta golpeo dos veces mi espalda a modo de consolación.

A todo esto Mr Mostacho agarró mi móvil y contestó:

- Mire señora, vayase usted a la mierda - Con voz grave y cabreada - Soy el agente Mr Mostacho y aquí su conserje ayudó a su país en la detención de unos peligrosos contrabandistas de drogas. Muestre usted más respeto coño, que encima el chaval está en su puñetero día libre.

- Pero... esto... - Balbuceaba la mami satánica - Perdón, dígale al conserje que ya avisé a la policía y que están aquí de camino, mil disculpas caba... - Mr Mostacho colgó el teléfono.

Baku, sus chicos y los agentes empezaron a aplaudir a Mr Mostacho mientras este me devolvía el telefóno y hacía gestos extraños como si tuviese parkinson supongo que imitando a un boxeador cuando gana un asalto.

No sé cómo coño ocurrió semejante desmadre pero tras estos breves instantes de felicidad, Mr Mostacho se lanzó contra Baku tirándolo al suelo y esposándolo:

- Pero tu que gritas y festejas palomo - Golpeando su pecho por la espalda - Tu te vienes con nosotros al igual que tus chicos.

Ahí ya desaparecí, me miré con unos de los agentes y este con su mano me indicó que me fuese de allí. No miré para atrás y mucho menos después de escuchar un "crack" que sonaba a tabique nasal partido. Tras ello un llanto muy grave de uno de los prostitutos se escuchó en todo el baño, abrí la puerta y me fuí de allí, silencio, punto final.

Salí de la gasolinera pero recordé algo antes de irme de allí. Volví hasta donde se encontraba el dependiente que me atendió antes y me dirigí a él:

- Oye chaval - Con una sonrisa

- Dime - Contestó seriamente.

- Me dice uno de los agentes que pases dentro, que está tu padre allí, al parecer le han cogido con coca y popper mientras tu madre come chirlas en el baño femenino - Dándome la vuelta

Escuche que el chaval me respondía y como algo caía al suelo o impactaba contra una superficie. Me comía totalmente la polla, nunca mejor dicho. Me sudaba de tal manera los huevos que resbalaba en mi conciencia como las focas por las placas heladas.

A los subnormales que se meten con los demás o los desprecian, da igual cual sea su condición sin antes conocer nada de ellos, merecen dicho trato. Y de allí salí como un jodido triunfador, en el fondo Mr Mostacho me había enseñado una gran lección vital, los huevos en el trabajo se deja en casa, pero cuando no trabajes estos van colocados en tu traje como adorno fundamental, nunca debes ser pisado, tampoco pisar.

¿Qué quiero decir con esto? Que yo no soy más que nadie ni menos. Da igual mis estudios, cómo hable o mi concidición moral, no soy mejor que tú. Pero si puedo afirmar que si tu pretendes presentarte como alguien que está por encima mía, amigo o amiga, si estoy fuera del trabajo eso no va a ocurrir. Esto por favor, que sea algo que todos tengáis en cuenta pero con educación, no hace falta ser tan maleducado como yo con el dependiente.

Volvieldo al tema, monté en mi Porsche sonriendo pensando en la cara de Mrs. Diabla cuando Mr Mostacho ajustó los corchetes y las claves de sol a la melodía de semejante tiparraca. No tardé mucho en adentrarme de lleno en la ciudad y llegar a mi destino.

Aparqué el coche fuera al lado del Bar de Angelote, ya que tenía apalabrado con su hijo dejar que montase en mi coche. Tras esto antes de ir hasta el edificio, hoy con mis cojones de gala gracias a Mr Mostacho entré en el Bar y me dirigí a la barra:

- Angelote fiera, pon aquí una cervecita y cobrate de aquí los cinco euros para la porra del partido de esta noche  - Mientras cogía el billete - Y dile a tu hijo que ando cansado para dar una vuelta con el coche, te dejo aquí las llaves y que lo lleve el por ahí.

- Joder, mi hijo con tu Porsche, ¡que peligró! - Dijo Angelote.

Mi bolsillo empezó a vibrar y no, no era un consolador desperdigado en el baño del putiferio que hubiese acabado ahí, era mi jodido móvil chinorris a punto de empezar a castigarnos con su melodía.

- ¿Sí? - contesté sin mirar quién llamaba.

- Julio - Era la madre de la diabla - Perdona que te moleste, estuvieron aquí los agentes de la policía que llamé y verás que tontería, ¡el pestillo estaba bajado!

Y ahí me acordé que llevabamos tres semanas con obras en una casa recién comprada y que los propietarios habían entregado a los obreros las llaves del edificio haciendo estos lo que les salía de los mismisimos cojones, como abrir pestillos, dejar puertas abiertas o llevar a sus mujeres para la casa de los dueños (Esto me daría casi para un libro entero).

- Bueno, pues menos mal que era una falsa alarma y sólo era eso, aunque que faena ya que tuve que abandonar el operativo con los agentes antes de tiempo - Tirándome el pisto.

- Ya... siento haber molesto pero aún así qué quieres que te diga, LA PUERTA ES VIEJA - Pum, colgó el teléfono.

CONTINUARÁ... 

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Author : Conserje

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